Aumento de Precios y el Afectado Poder Adquisitivo de las Amas de Casa

Las amas de casa, cada vez que se dirigen a hacer sus compras, regresan a sus hogares con una cantidad reducida de alimentos, lo que es resultado del constante aumento de precios que parece no tener control. Según el Sistema de Información de Producción, Precios y Mercados de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), publicado el pasado martes, las verduras y hortalizas han experimentado los mayores incrementos, aunque las carnes también mantienen cifras elevadas desde enero.

La lechuga ‘crespa’ se posiciona como la verdura con el aumento más significativo. En el mercado Minorista Abasto, que sirve como referencia para la CAO, el precio de tres unidades pasó de Bs 9 el 9 de mayo a Bs 12 el lunes, lo que representa un aumento del 33%. Otras variedades de lechuga, como la carola y la morada, también incrementaron su precio de Bs 12 a Bs 15 en un lapso de tres días, marcando un aumento del 25%.

Asimismo, algunos productos han mostrado incrementos notables, como es el caso de las especias. El ají peruano en vaina subió de Bs 30 a Bs 34 por libra, mientras que el ajo de Cochabamba pasó de Bs 22 a 23 la libra.

De acuerdo con el informe de la CAO, los precios de la carne de res, pollo y cerdo se mantienen elevados. El kilogramo de corte de primera de carne vacuna se encuentra en Bs 60; el pollo ‘mairaneño’ a Bs 18 y el ‘industrial’ a Bs 19. La carne de cerdo se mantiene en Bs 25 por el corte de pierna. Es importante señalar que los precios en los mercados de Santa Cruz pueden variar dependiendo de la distancia a los centros de distribución mayoristas; por ejemplo, en el mercado Guapurú del Plan 3.000, el kilo de carne de cerdo se vende a Bs 27.

Entre las hortalizas que mantienen sus precios están la cebolla, a Bs 10 por tres libras; el choclo, a Bs 12 por docena; el pepino, a Bs 4 por tres libras; la remolacha, a Bs 10 por tres libras; y el tomate, que oscila entre Bs 8 y 10 por kilo. La papa ‘harinosa’ y la ‘holandesa’ también se mantienen en Bs 8 por tres libras.

Los productos que han visto una disminución de precios son las frutas de temporada, como la lima -de primera-, que pasó de Bs 10 a 8 por 25 unidades; la mandarina criolla, de Bs 13 a 10; y la naranja, que bajó de Bs 13 a 10. En hortalizas, el pimentón disminuyó de Bs 12 a 10 por docena, la vainita de Bs 18 a 15, y entre los tubérculos, la papaliza se redujo de Bs 12 a 10.

Inquietudes de los Vecinos

El presidente de la Federación Departamental de Juntas Vecinales de Santa Cruz, Nelson Robledo, expresó su descontento ante la indiferencia de las autoridades gubernamentales hacia la problemática creciente que enfrentan los ciudadanos, quienes ven mermado su poder adquisitivo para adquirir alimentos.

“Contamos con un presidente que hace poco afirmó que con 100 bolivianos bastaba para ir al mercado y que nuestra economía era comparable a la de una pequeña Suiza. Nos han faltado al respeto, piensan que somos ingenuos y que creeremos en sus palabras. Uno va al mercado y el dinero no alcanza. Y cuando regresa días después, la situación es aún peor. Si seguimos con esta tendencia, empeoraremos”, declaró.

Robledo también criticó al Gobierno Municipal, que solo supervisa los precios en fechas especiales. “Cuando se aproxima el Día de los Muertos, regulan los precios de las flores, y en Semana Santa, los pescados. Son indiferentes o no se atreven, conformándose con extorsionar a los comerciantes, lo que se asemeja a un juego del gato y el ratón”, añadió.

Asimismo, acusó la falta de acción del Comité de Seguridad Alimentaria, que debía vigilar los precios, pero aún no ha presentado logros. “Cada vez que el Gobierno nos engaña, tanto a la población como a nosotros como dirigentes, no sabemos a quién dirigirnos para reclamar. Por eso, muchas industrias se han trasladado a Paraguay”, enfatizó.

Objetivos Gubernamentales No Alcanzados

El 30 de agosto, el Gobierno nacional inauguró el Centro de Monitoreo del Comité de Seguridad Alimentaria en La Paz, donde se hace seguimiento a las fluctuaciones del Índice de Precios al Consumidor (IPC) y se definen acciones para controlar los precios.

En esa ocasión, el presidente Luis Arce dio inicio a este moderno centro, donde se prometió implementar “acciones inmediatas para asegurar el precio justo de los alimentos y productos básicos”. Sin embargo, a ocho meses de su apertura, el centro aún no ha logrado cumplir con su objetivo de establecer un “precio justo” para la canasta familiar de los ciudadanos bolivianos.

El viceministro de Defensa del Consumidor, Jorge Silva, admitió que ese objetivo “está en proceso”. “Si bien el Gobierno regula algunos precios, como los del pan, la harina y la leche cruda, no lo hace con el resto de los productos. Estamos en un sistema de oferta y demanda libre, y uno de los principales propósitos era alcanzar el precio justo, lo cual involucra a diversos actores en la cadena de producción: primero los productores, luego los intermediarios mayoristas y, finalmente, los comerciantes al por menor”, declaró en una entrevista a la Agencia de Noticias Fides.

En este contexto, el Gobierno estableció el Comité de Seguridad Alimentaria, que incluye versiones departamentales con la participación de gobernaciones y municipalidades. En Santa Cruz, dicho comité no ha podido formarse debido, principalmente, a la falta de recursos.

Pedro Galarza, jefe del Departamento de Defensa del Consumidor de la Alcaldía de Santa Cruz de la Sierra, expresó que hasta el momento no se ha firmado ningún convenio con el Gobierno central, a pesar de que se llevaron a cabo dos reuniones de coordinación. “Hasta donde tengo conocimiento, no se ha presentado una propuesta formal ni se ha firmado un acuerdo, por lo tanto, no formamos parte del comité. Queríamos entender de dónde se obtendría el presupuesto, porque era necesario contar con personal, vehículos y todo lo requerido para acciones inmediatas. Sin embargo, cuando se abordó el tema del presupuesto, ellos no tenían planeado ese asunto”, explicó.

La única reunión entre la Alcaldía cruceña y el Viceministerio de Defensa del Consumidor trató sobre el incremento del precio del pan en la ciudad, que llegó a aumentar hasta un 100% en algunos tipos, y en otros casos, se redujo el peso. “Aún estamos en conversaciones con la Federación de Panaderos de Santa Cruz para abordar el tema de los costos de producción”, indicó Galarza, mencionando que los panificadores locales rechazaron la harina subvencionada de Emapa, ya que les exigían compromisos políticos específicos.

Inflación en Ascenso

La inflación acumulada en Bolivia alcanzó el 5,95% entre enero y abril de 2025, según el más reciente boletín del Instituto Nacional de Estadística (INE). En abril, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) mostró un incremento del 0,90% en comparación con marzo, revelando así una presión inflacionaria notable durante ese mes.

El economista Fernando Romero explicó que, en gestiones anteriores, el IPC o inflación del país había sido bastante bajo, ya que, a pesar de los aumentos en precios de productos como carne, arroz, pollo y aceite, su impacto no se sentía significativamente debido a su baja ponderación frente al total de otros productos.

“Desde el Colegio de Economistas de Tarija, hemos sugerido que se debería crear un índice de precios al consumidor específico que se centre exclusivamente en ese 6% de los productos de la canasta básica familiar, dado que lo que realmente nos interesa a los bolivianos es conocer el aumento en precios de los artículos que consumimos diariamente, y no en pasajes o la compra de computadoras”, concluyó.

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